Plagas de jardín: cómo elegir el producto adecuado

Las plagas son los principales enemigos de las plantas ornamentales. Por ello, es necesario extremar los cuidados para evitar su aparición y, ante todo, su propagación. Si no se hace así, se corre el riesgo de que pulgones, orugas, arañuelas, hormigas u otros agentes nocivos acaben con el jardín.

El primer paso para realizar un control adecuado es identificar correctamente la plaga que esté originando el problema.

pulgonPULGÓN: Parásito de plantas angiospermas. Es una de las plagas más comunes en nuestro país y tiene una gran variedad de géneros. Es una plaga que ataca principalmente en primavera y en verano, sobretodo en condiciones de sequedad ambiental. Actúa clavando su pico en las hojas, chupándoles la savia.

También son responsables de la aparición del hongo de la negrilla (Fumagina) y de hormigas, ya que aprovechan la melaza que excretan y están cerca de ellos para limpiarlos y protegerlos.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es el de actuar como vectores de enfermedades, como virus, ya que pican plantas infectadas y al picar las sanas les transmiten el virus.

 

acaros-en-las-plantasÁCAROS: Acari o Acarina son una subclase de arácnidos. Son diminutos y alcanzan unos pocos milímetros de longitud. Generalmente están al envés de las hojas y con la presencia de finas hebras sedosas, que son telarañas que les sirven para sujetar los huevos. Las zonas afectadas se decoloran y posteriormente se necrosan o aparecen deformaciones, coloración bronceada a cobre, enrollado de las hojas, agallas, deformación de frutos.

Especialmente los chupadores también transmiten virus produciendo virosis; amarillamiento de las hojas.

Para el control biológico existen unas especies de ácaros que se comen a los ácaros de plaga.

 

orugaIVORUGA: Se denomina oruga a la larva de los insectos del orden Lepidoptera (incluye las mariposas diurnas y nocturnas). La oruga se alimenta de las plantas verdes, preferentemente de sus hojas. Las mastica gracias a sus fuertes mandíbulas Comen muchas plantas, y cada especie se alimenta de una planta en especial.

Tienen un mes de vida como oruga, pero no mueren, sino que se transforman en capullo para hacer un proceso de metamorfosis hasta transformarse en mariposa. Protegen su integridad con componentes tóxicos o aparecen impregnando los pelos o apéndices externos.

 

cochinilla_de_la_humedadCOCHINILLAS: Los cocoideos (Coccoidea) incluyen cerca de 8.000 especies, la mayoría son parásitos de plantas que se alimentan de savia, chupada directamente del sistema vascular del huésped; algunas especies se alimentan de tejido fúngico. Las cochinillas de cuerpo blando y otras especies secretan melaza abundante (el moho negro de hollín crece en la melaza). Las hojas, las ramitas y ramas grandes se decoloran, distorsionan y secan, especialmente con la infestación de las cochinillas de cuerpo duro (escudo).

Su capa cerosa los hace resistentes a dosis normales de pesticidas. Sin embargo, se controlan bien con aceites emulsionables, que los sofoca, o mediante control biológico. Para infestaciones en plantas interiores el agua jabonosa puede servir para que se desprendan de los tallos y las hojas.

 

A la hora de aplicar un plaguicida, escoja el que sea eficaz para la plaga en cuestión y que además presente el menor riesgo para la salud humana y el medio ambiente. Antes de comprarlo, lea la etiqueta y:

  • Asegúrese de que incluya el tipo particular de planta o sitio que va a tratar.
  • No use pesticidas cuya etiqueta indique que no se pueden aplicar a plantas ornamentales.
  • Nunca use en interiores plaguicidas cuya etiqueta indique “para uso en exteriores únicamente”.
  • Los plaguicidas pueden causar mucho daño a algunas plantas; tenga la certeza de que las plantas tratadas no serán perjudicas.
  • Respete las dosis recomendadas por el fabricante.
  • No aplique el producto cuando las temperaturas sean elevadas, haya viento fuerte, o llueva.

Compre productos fitosanitarios cuyas etiquetas incluyan información suficiente sobre la plaga que controlan, las plantas que se pueden tratar con él, su forma de aplicación y las medidas de seguridad que se deben seguir para evitar riesgos innecesarios.

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ALIMENTAR AVES EN CENTROS URBANOS ATRAE A ESPECIES INVASORAS Y AMENAZA A LAS NATIVAS

Alimentar a las aves silvestres en los centros urbanos, una costumbre muy extendida en todo el mundo, puede perturbar el frágil equilibrio existente entre las especies nativas y las invasoras, como las palomas.

Esta práctica puede provocar la desnutrición en algunos pájaros, alterar la riqueza de las especies y contribuir a la transmisión de enfermedades aviares, de acuerdo a la investigación conducida durante 18 meses en 23 jardines residenciales en Auckland, Nueva Zelanda.

Durante un año y medio, en casi la mitad de estas residencias, los propietarios distribuyeron diariamente en sus jardines algunos trozos de pan y un puñado de granos, que es el alimento que usualmente se le ofrece a las aves. La otra mitad no les dio nada.

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Los científicos concluyeron que alimentar a las aves afecta a las especies que son comunes en los jardines, y que son insectívoras y frugívoras. Y, en cambio, favorece a las especies que no son autóctonas y son omnívoras.

Así, en los jardines donde se proporcionó alimento, había 2,4 veces más gorriones y 3,6 veces más palomas que especies nativas, precisaron los investigadores en el trabajo publicado en los anales de la academia estadounidense de las ciencias (PNAS).

Los ornitólogos destacaron en particular la disminución de más del 50% de la curruca mosquitera en los lugares donde se proporcionó alimentos, en comparación con aquellos donde los propietarios no alimentaron a las aves.

La presencia de este alimento foráneo también puede tener otras consecuencias, como el aumento de la competencia entre especies nativas e invasoras para hacer sus nidos. Además, la concentración de pájaros en lugares donde el alimento es abundante incrementa el riesgo de enfermedades aviares.

«Los resultados del estudio en Nueva Zelanda son un paso importante para entender el impacto de esta práctica de alimentar aves silvestres y muestra la necesidad de efectuar investigaciones a largo plazo», escribieron los ornitólogos.

Fuente. AFP