Insectos bibliófagos

Con más de 10 millones de especies, la clase de los insectos es una de las más diversas del planeta. Aparte de los hábitats silvestres, han sido capaces de colonizar nuestras propias casas y competir por nuestros recursos llegando a grados sorprendentes de especialización. Así, algunas especies han podido adaptarse a consumir recursos tan pobres en alimento como el papel, con lo que se han convertido en temibles plagas de archivos y bibliotecas.

pecesillo plata

Es cierto que las especies de insectos bibliófagas son escasas, pero esas pocas especies pueden resultar eficaces destructoras de tesoros patrimoniales si no se presta la debida atención. De entre ellas destaca la carcoma Nicobium castaneum, cuya larva excava galerías sinuosas muy aparentes en libros y legajos, y puede hacer verdaderos estragos tanto en el papel como en el cuero de las encuadernaciones. Los verdaderos especialistas en comer cuero son, sin embargo, los pequeños pero temibles escarabajos de la familia de los desméstidos, como Anthrenus verbasci.

Compañeros de las carcomas, y también amantes de consumir papel, son los pececillos de plata, como Lepisma saccharina o algunas especies del género Ctenolepisma. En lugar de excavar galerías, consumen la superficie del papel en una extensión más o menos amplia, hasta atravesar la hoja y acceder a la siguiente.
De este modo dejan una especie de cráteres poco profundos que van deteriorando los libros y documentos.

Para mayor desgracia, prefieren el buen papel artesanal poco tratado industrialmente, como el usado en los documentos más antiguos y valiosos.

El ingreso de un libro que esconda unas pocas larvas de un insecto aparentemente insignificante puede llevar, en poco tiempo, al establecimiento de una floreciente población del mismo en la biblioteca correspondiente.

 

Fuente: http://www.abc.es/hemeroteca/historico-27-07-2003/abc/Cultura/los-insectos-bibliofagos_197478.html

¿Antibióticos de cucaracha?

En septiembre del 2010 un grupo de científicos reunidos en la Universidad de Nottingham, Inglaterra, han descubierto potentes propiedades antibióticas en el cerebro de las cucarachas que podrían conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para infecciones bacterianas.

Así, según un estudio de la Universidad de Nottingham, en Leicester, los tejidos del cerebro y el sistema nervioso de estos insectos fueron capaces de combatir más del 90 por ciento de las cepas de bacterias resistentes como Staphilococcus aureus (causante de muchas intoxicaciones alimentarias) y Escherichia coli, sin dañar las células humanas. Los científicos sospechan que, para sobrevivir en los ambientes insalubres en que se mueven, las cucarachas han desarrollado sofisticados mecanismos capaces de hacer frente a los microorganismos.

La investigación ha identificado hasta 9 moléculas diferentes en el cerebro y los tejidos nerviosos de cucarachas y de otros insectos como los saltamontes. Se trata de unas sustancias tóxicas para las bacterias y que podrían desembocar en tratamientos para determinadas infecciones frecuentemente resistentes a los antibióticos comunes.

Simón Lee, miembro del equipo de investigación, confía en que estas moléculas puedan conducir a tratamientos contra las infecciones producidas por E. coli y Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), que se están volviendo cada vez más resistentes a los medicamentos actuales.

Asimismo, añade que «En estos momentos estamos estudiando en el laboratorio las propiedades antibacterianas de estas moléculas y esperamos que puedan servir para desarrollar nuevos antibióticos eficaces contra estos patógenos”.

En el mejor de los casos habría, sin embargo, que esperar unos cuantos años antes de lanzar en el mercado una nueva clase de antibiótico.

 

Fuente: http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2010/09/100906_cucarachas_antibioticos_men

 

La solución para los ácaros: dejar la cama sin hacer

Arquitectos británicos investigan como determinadas características de los edificios como ventilación, calefacción o aislamiento, así como las rutinas cotidianas de las personas afectan a las poblaciones de ácaros.

Especialistas de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Kingston (Londres) han descubierto que los ácaros no pueden sobrevivir en condiciones ambientales secas y cálidas como puede ser una cama deshecha.

No hacer la cama, es uno de los consejos del Dr. Stephen Pretlove a la población para llevar una vida más sana, ya que esto ayudaría a desterrar los ácaros del polvo, origen de diversas reacciones alérgicas.

Según Pretlove, “la cama media podría albergar unos 1,5 millones de ácaros del polvo doméstico, que son menores de un milímetro y no pueden ser vistos a simple vista. Los ácaros del polvo se alimentan de escamas de piel humana. Los alérgenos que producen se inhalan fácilmente durante el sueño y son una causa importante de enfermedades como el asma”.

Los científicos han desarrollado un modelo informático para medir como determinados cambios en el hogar pueden reducir el número de ácaros del polvo en las camas.

“Sabemos que los ácaros sólo pueden sobrevivir mediante la ingestión de agua de la atmosfera utilizando unas pequeñas glándulas en la parte exterior de su cuerpo”, dijo Pretlove. “Algo tan simple como dejar una cama sin hacer durante el día puede eliminar la humedad de las sábanas y el colchón, de manera que los ácaros se deshidraten y posiblemente mueran.”

Sin embargo, a pesar de que los resultados de la tesis británica podrían ser lo suficientemente convincentes como para ponerse en el lado de los que no hacen la cama, el doctor Pedro Ojeda, coordinador de Comunicación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología (SEAIC), señala: «Los dos grupos de alérgenos inductores de alergia respiratoria a los ácaros pertenecen a las proteínas del citoesqueleto (el caparazón de los ácaros) y a las proteínas digestivas contenidas en las deyecciones o excrementos de los mismos, las cuales seguirán presentes en colchones y almohadones, incluso después de su muerte. Por tanto, desde la SEIAC ponemos en duda que esta medida pueda erradicar alergias”.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/11/21/buenavida/1416565467_300534.html